Has creado un curso y lo has puesto a la venta en tu web WordPress por tu cuenta. De forma sencilla, porque querías ver cómo funcionaba. Pero permítenos decirte algo: tus alumnos necesitan un LMS y tú todavía no te has enterado.
Estas son algunas de las señales que te indican que tu web se está quedando corta para tus alumnos, y que necesitas más pronto que tarde dar el salto y convertirla en una verdadera escuela online con un buen LMS que la sostenga.
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Tus alumnos se pierden
Has creado un curso que te ha llevado muchas horas planificar, guionizar, grabar y editar que finalmente has fragmentado en 5-10 vídeos.
Y no te habías dado cuenta hasta ahora de algo muy importante.
Tus alumnos no visualizan todos esos vídeos en el mismo día.
Así que “perderse” en la formación ya está asegurado.
“¿En qué vídeo me había quedado ayer? ¿En el primero, en el segundo…? Este me suena, estos 10 minutos del siguiente también…“
Cuánto tiempo perdido en, simplemente, encontrarse y saber desde dónde seguir la formación.
Introducir un único vídeo por página es lo más comodo para el alumno. Esto se hace más evidente cuando hay debajo un plugin LMS que te sostenga.
No pueden ver su propio progreso
¿Cuánto llevo ya consumido del curso, y cuánto me queda para terminarlo?
A menos que te hayas encargado de maquetar este tipo de información a mano en tooodas las páginas que compongan tu curso, lo más probable es que no te hayas parado a pensar en ello si no usas un LMS.
Ver no sólo cúantas lecciones llevas leídas sino cuántas te quedan por leer, de un rápido vistazo, es una información muy útil para el alumno.
Existen plugins en el mercado que te permiten insertar una barra de progreso para este fin, pero consumen muchos más recursos que si creas una escuela con un LMS.
¿Has implementado enlaces en cada página de tu curso, de manera que el alumno pueda volver atrás o avanzar hacia adelante?
¿Y puede volver a la página inicial del curso? ¿O ver los títulos de las lecciones y/o módulos que le quedan por hacer?
Todo esto lo genera un LMS por defecto, sin necesidad de que tengas que ir introduciendo manualmente cada link en cada página.
Si lo haces manualmente y un buen día necesitas cambiar uno de los enlaces, imagínate todo el trabajo (y sobretodo, tiempo) que te supondrá hacerlo.
Si no lo habías hecho, está claro que tus alumnos se perderán en la formación. ¿Cómo pueden navegar de un modo cómodo?
No hay ejercicios autoevaluables
Ver vídeos y leer PDFs puede estar muy bien, pero donde realmente se afianzan conocimientos y se pone uno a prueba es en los ejercicios (o en los exámenes). Nada mejor que un test para comprobar si te han quedado claras determinadas cosas… O no.
¿Y qué hay más cómodo para el alumno que cubrir un examen tipo test que al momento le diga si está aprobado y qué preguntas ha fallado?
Si creas tu escuela con un plugin LMS tendrás a tu disposición este tipo de ejercicios, con todo tipo de preguntas.
No se recompensan sus interacciones
¿Cómo incentivas al alumno a que continúe con ganas tu formación? El mejor modo de hacerlo es mediante la gamificación: un sistema de recompensas que premia cada interacción del alumno con la plataforma.
Y esto es algo que, sin duda alguna, puedes hacer gracias a un LMS.
Puedes otorgar puntos por el mero hecho de entrar en la escuela. Por entrar en una lección. Por dejar un comentario. Por hacer un test. Por completar un curso…
La gamificación te permite reducir el porcentaje de abandono de tu formación y aumentar la implicación del alumno.